20080219

De Fondo

Últimamente vengo viendo, escuchando, leyendo noticias que tienen que ver con lo que, en estos tiempos que corren, a todos de alguna manera u otra, nos afectan, aunque muchas veces pensemos “a mi no me va a pasar”. Hoy mismo por ejemplo, leí en el diario Clarín, que en un acto donde se entregaron 300 patrulleros nuevos, la presidenta de este bendito país pidió esfuerzo para combatir la inseguridad y reestablecer la confianza con la sociedad de parte de las fuerzas de seguridad. Y ahí nomás me dije: está bien que se entreguen patrulleros nuevos pero basta con eso? ¿No hay algo fundamental de lo que nos estamos olvidando?
Respuesta: Si, hay algo fundamental que parece haber quedado en el olvido, y ese olvido justamente lo compone “EL FONDO” de cada situación en concreto y en particular.

No es de extrañar que en el mundo globalizado en el que vivimos, donde lo mas importante sigue siendo lo exterior, lo superficial; solo se tienda a maquillar el panorama. ¿Es suficiente con 300 patrulleros o hay algo mas que hace falta? Y no hablo de cosas materiales. ¿Cómo se reestablece la confianza en aquellas instituciones que deben cuidarnos como ciudadanos y como personas, si éstas parecen estar más del lado del victimario que de la víctima? ¿Siempre debemos esperar la tragedia antes de que se pongan a laburar en el asunto? ¿Cuántos crímenes han quedado impunes? ¿Cuántos accidentes podrían haberse evitado si se hicieran cumplir las normas en vez de permitirse el descuido de dejar un billete debajo del registro de conducir sabiendo que hay otra mano que hará la vista gorda? Y hace falta más que un billete para mirar hacia otro lado al momento de dar habilitaciones, de hacer cumplir lo que se “debe” cumplir, o de aplicar sanciones a los que se lo merecen, tengan el título que tengan u ocupen el cargo que ocupen.

Hay mucho policía delincuente, hay mucho accidente (¿accidente?) del cual se culpa a la maquina que transporta, y el que la maneja ¿que pasa con él?. Las empresas de transporte obligan a cumplir horarios relámpagos a sus choferes, a las empresas quien las obliga a algo? Después la culpa la tienen los micros de dos pisos. No será que por menos estabilidad que tengan estos medios de transporte, además no dejan de ser conducidos por seres humanos que a su vez están manejados por capitalistas que les interesa más hacer ganancias que perder vidas. ¿La inestabilidad está en el ómnibus de doble piso o en la pirámide de corruptos que miran para otro lado?

La confianza es algo muy difícil de reestablecer, porque con ella perdida, la gente se vuelve aséptica, descreída, engañada, totalmente sola. Como si cada uno de nosotros fuéramos una isla librada a nuestra propia suerte desde que uno sale de la casa en la primera esquina que debe cruzar hasta en cualquier lugar de la ciudad o el conurbano. Parece que ya no se estuviera a salvo en ningún lado.
Un viaje de placer puede convertirse en una tragedia, una simple salida a tu trabajo habitual puede convertirse solo en un viaje de ida, si salís a pasarla bien con amigos o familiares, podes volver vos, pero talvez alguno quede en el camino. ¿Y hasta cuándo? ¿No es hora ya de trabajar en serio y dejar de maquillarnos para la foto que siempre saldrá velada.?

20080211

Tango y Bolero

Rara melancolía se instala en algunos genes. Esta cepa es la que hace que uno nazca con cierta inclinación a la homosexualidad, o el ser homosexual aumenta el grado de melancolía humano? Es como el cuento del huevo o la gallina, no?
Sea como sea, no tengo memoria que los machos heterosexuales sean tan deprimentemente melancólicos como nosotros. Una de las razones puede llegar a ser que en el gay la parte femenina está mas desarrollada que la que puede desarrollarse en el varón paqui, esa sensibilidad tan particular que las mujeres adoran de los gays y que no encuentran en sus novios, amantes, maridos o convivientes.
Pero dejémonos de joder! A los putos nos gusta sufrir. Nos gusta dramatizar esa situación poco feliz y hacer de ella todo un culebrón en español neutro, típica del canal de las estrellas.
Está bien que muchos de nosotros hemos crecido con los dramones de Libertad Lamarque, Andrea del Boca (siempre huérfana y sufriendo hasta el ultimo momento por el galán de turno para después enterarse que ella y su enamorado eran ¡hermanos!) y otras tantas heroínas sufrientes, pero basta de emular viejas caricaturas del llanto prolongado y dejemos de actuar lo que nos aqueja.
¿Porque insistimos en escuchar esa canción que nosotros mismos impusimos que será “nuestra canción” y el otro encima jamás se enteró que tal melodía era “tan nuestra”?. Eso es muy Yankee y solo pasa en las películas.
- ¿Salís esta noche?
- No...prefiero quedarme en casa...ima...ima...imaginate si lo veo con otro...bbbuuuuaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhhhh!!!!!!!!
Ya estuvo con otro, por eso te dejó. ¡Enterate!
Y el puto se queda en casa, tirado en la cama, con una caja de pañuelitos descartables, rollo de cocina y/o de papel higiénico, escuchando, tarareando y cantando hasta el hartazgo (de los vecinos, porque él jamás se cansará de repetirla una y otra vez) esa que él solito impuso como “nuestra canción”. Ahhh! Y además tenemos el teléfono a mano, no vaya a ser cosa que el fulano llame y hasta que lleguemos al teléfono se active el contestador, el sospeche que no estás en casa o peor aún, piense que estás con otro...que YA estás encamado con otro después de apenas 5 meses que te dejó, y no quiera hablar con la máquina y te corte justo cuando ibas a levantar el teléfono y encima tengas que agregar una duda más a tu existencia...¿Sería él? ¿Estará pensando en mi? Seguro que quiere saber si ya salí o si atiende otro...Je! eso si le daría por las pelotas...que bueno sería haber atendido con otra voz y que reviente!...buuuuaaaahhhhhhhhh no, no que no reviente que así no lo podré recuperar nunca...buaaaaahhhh.
Si no hay canción de turno, el puto siempre se las ingenia para hacerse de una. “todo me recuerda a ti”, no está mal, es la clásica. Pero sino alguna que hable de lunas brillantes en las noches oscuras, o de estrellas fugaces que hacen brillar aún mas tus ojos, o de esos sueños que teníamos juntos, o del corazón roto (entre otras cosas) que te dejó el que se fue.
Siempre hay a mano una canción que describa con exactitud como era nuestra relación con el fulano. Pero digo yo, si era tan buena como dice la canción, ¿Porque mierda nos dejó? ¿Será que esa visión tan romántica sólo cabía en nuestra imaginación o el puto enamorado vive en una realidad paralela?
Y no hace falta que nadie te deje para ponerte enormemente pelotudo y/o, o/y melancólico. Si no tenés a nadie al lado, si nadie te mira, si no tenés con quien hacer cucharita los días de lluvia, o hacer las compras en el super los domingos después de un suculento mañanero, son razones suficientes para que el puto dramatice su soledad hasta el sufrimiento más extremo, y vuelva a escuchar esas canciones que lo transportan a la última vez que estuvo enamorado, (hace 15 años), y sufre igual.
¿Seré que la cuna del tango nos hace melancólicos por naturaleza y la onda tanguera el puto la encuentra en el bolero? Porque en el tango los guapos sufrían también por el desamor o el abandono del ser amado. ¿Pero quien se puede imaginar a Julio Sosa a los gritos como David Bisbal cantando el desengaño amoroso?Entonces, digo yo, a quien se le ocurrió usar como sinónimo de puto la palabra “gay” cuya traducción original era: “feliz”, “alegre”. Ahora entiendo porque algunos diccionarios mencionan éstos vocablos como “en desuso”...El Gay no es alegre un pito!

Rata

Parece que el año del bicho éste se viene con todo. En menos de un mes y sin siquiera haberse oficialmente inaugurado el año nuevo chino, hubo reconciliaciones (clic para la foto), separaciones con mudanzas, proyectos de separación, separación firme y el famoso “me separé...otra vez!”(otro clic para las de la foto anterior pero sin sonrisas)...
No se porque me puse a pensar en esto ahora, tan temprano, medio drogado por el sueño todavía y en medio de la oficina. Será porque mi compañera de trabajo está escuchando a Luis Miguel (con mariachis y todo), o será porque me di cuenta que no tenía de quien separarme?...
Ayer por la noche estábamos en Sitges con La Vengadora tomando algo esperando a otro amigo que ya me había sorprendido la madrugada anterior mientras esperábamos nuestros tragos, (pero esa vez en Bulnes) contándome que no sólo había tomado la decisión de terminar la relación con su pareja, sino que ya se lo había dicho y como si fuera poco, el nov...bue, el ex, estaba en su departamento...
No dejé de sorprenderme cuando recibí un mensaje suyo proponiéndome ir al pub...¿Un domingo Marce queriendo ir a Sitges? – me pregunté. No era que nunca habíamos ido, pero a él mucho no le gusta el lugar y los domingos menos, con los que suben a cantar tanto latinaje (como dice el).
Allí estábamos, en medio de un sonido chicharrescamente ensordecedor, entre choques de vajillas, bullicio generalizado, campana de propina y largada al karaoke, cuando Marce llegó, y luego de hacer los saludos de rigor a la vengadora y a mi, apenas apoyó su traste en el borde de la banqueta alta, dejó sus cositas sobre la mesa y miró al frente. Le pasé la mano por la espalda, lo miré y le dije: ¿Cómo estás?....Bien, que se yo. Nunca lloré tanto -deslizó casi en un susurro.
Miré a mi alrededor, caras conocidas, otras no tanto que iban y venían, aplaudían, gritaban, coreaban, se besaban, se miraban, tomaban o sonreían. Hay varias chicas hoy, no?- lanzó entre la penumbra auditiva, La Vengadora. Asentí, mirándole el culo a un chico que acababa de llegar, le arrebaté a la mesa de un manotazo el Dr.Lemon y me la empiné de tal forma que un trago fueron dos y apoyándola casi vacía en el mismo circulo de agua de donde la saqué miré mas cerca... Y ahí estábamos, La Vengadora y yo, sin rehacer aún nuestras vidas!